27 de octubre de 2008

Reflexiones a propósito de un aniversario

El Instituto de la Mujer de España celebra su 25 aniversario con un macro evento al que han llamado: "La agenda del feminismo en el siglo XXI. Tiempo de mujeres, tiempo de libertad"

Está organizado en cinco conferencias, cinco talleres y un panel de alto nivel al final del evento (pueden consultar web del instituto para más detalles). Las conferencias giran en torno a las nuevas formas de trabajo y de la economía, participación política, el cuerpo la salud y el bienestar de las mujeres y mujeres, imagen e imaginacion. Hay cinco talleres relacionados con estos temas. El Panel de alto nivel se refiere a los Retos pendientes de las mujeres y la igualdad en la agenda global.

Bueno, cuento todo esto como antecedente para ubicar a quienes no están familiarizadas con este evento (sobre todo, a las no españolas que recibirán este mail).

Me parece muy bien que el Instituto celebre su aniversario y que lo haga de esta manera. Sin embargo, echo en falta un tema que, a mi juicio, es fundamental, uno que, en estos momentos, está por encima, si se quiere, de cualquiera de los que se tratarán allí y es el que tiene relación con la pobreza de las mujeres o las distintas formas de pobreza de las mujeres, para ser más exacta.

Podrían decirme que hay un tema sobre nuevas formas de trabajo y de la economía pero, la explicación que en la página web se da sobre los contenidos de esta conferencia, no tienen relación, por ejemplo, con nuevas formas de trabajo asociadas, por ejemplo, a la inmigración, como la prostitución y la trata de mujeres y niñas o el trabajo en condiciones de explotación de las mujeres en las maquilas del mundo, trabajo del cual se benefician, por cierto, grandes corporaciones transnacionales y empresas europeas (entre ellas, también españolas).

En otros términos, si hay un reto pendiente, si sólo hubiese que definir un sólo aspecto que amerita la atención de todos y todas, este es el de la pobreza de las mujeres. A poco de rascar en la realidad cotidiana -incluida la de muchas de nosotras, por cierto- nos damos cuenta de los estragos que está causando el neoliberalismo en la economía (en el empleo, en los ingresos, en la alimentación y la salud, en la educación, en ... etc, etc, etc), en el medio ambiente, en la capacidad de imaginar, en las opciones para la participación política, en el cuerpo y, en síntesis, en el bienestar general y en particular de mujeres ancianas, de niños y niñas y en las mujeres de todas las edades.

Y, gracias a la "crisis" de los bancos y corporaciones transnacionales (afectadas por los grandes bancos) la cosa va a peor e irá a peor, sobre todo, para las mujeres. Pongo crisis entre comillas porque, la verdad, esa crisis es para las grandes mayorías del mundo pobre, no para los "bolsones de riqueza" de los países ricos y de los pobres.

Y eso es lo que más extraño: que un evento de gran repercusión mediática, como es la celebración del 25 aniversario del instituto de la mujer, no aproveche la oportunidad de poner en la agenda global del feminismo (español e internacional, que vendrán muchas extranjeras) este importante tema que es, para mi -y estoy segura de que para muchas de ustedes también- el más importante de todos. Pobreza y derechos humanos para las mujeres deben ser ejes de una agenda feminista global, no los únicos, pero sí deben ser prioritarios.

Bueno, esto es lo que opino yo que acabo de aterrizar de un viaje que me llevó por Guatemala, Costa Rica y México y que me permitió ver, en vivo y en directo, manifestaciones de esa pobreza que apenas perfilo aquí. Este año, también estuve en Senegal y allí, más de lo mismo, o peor. Además, estoy muy interesada en estos temas y por eso es que me salta a la vista, con tanta rapidez, las ausencias en estos temas. Como cuando somos feministas y nos damos cuenta con qué frecuencia dejan por fuera a las mujeres en todo. A mi también me pasa con el tema de la pobreza de las mujeres que es feminista por excelencia.

Pero puede ser que ustedes no piensen igual y por eso decidí invertir un buen rato de mi tiempo en reflexionar y escribir este mail, como con ganas de provocar una reflexión colectiva sobre cuáles deben ser los retos del feminismo en estos tiempos de neoliberalismo misógino, terrorista, patriarcal y cruel.

Con respecto a la celebración en cuestión, también pensé otras cosas: ¿será que la agenda del feminismo en el siglo XXI a la que alude el título que convoca el foro se refiere sólo a una agenda para el feminismo español?, digo, este es un país del primer mundo donde las mujeres gozamos -a pesar de muchas con dificultades- de grandes dosis de bienestar (por el momento). ¿O será que ese mismo bienestar dificulta a las feministas de aquí sensibilizarse y solidarizarse con los problemas de las mujeres "del sur" o pobres del tercer mundo? (perdonen que use estas expresiones pero es que así nos llaman por aquí). ¿Es posible -o será posible alguna vez- que mujeres de un lado y otro del atlántico pactemos agendas comunes partiendo de todo lo que nos asemeja (el neoliberalimo nos ha hecho más iguales en el punto de intersección que es la pobreza) y respetando las diferencias?, ¿cómo hacer para que las europeas (o españolas, que las tenemos más cerca por raíces históricas) escuchen las voces, las necesidades, las realidades de las mujeres pobres de otras latitudes, de mujeres -todas- marcadas por la realidad económicopolítica actual? (lo de económicopolítica es por la infiltración de los intereses neoliberales en los partidos y agendas políticas de los países pobres, ya no hay diferencias entre unos y otros, como sabemos bien).

Es posible, porque conozco el trabajo y textos de algunas de las magníficas ponentes en el mega evento del Instituto, que estos temas vayan a ser tocados. Es posible que el impacto del neoliberalismo en la vida, los cuerpos, la salud, la política, la creatividad y las oportunidades para las mujeres, sea el punto en el que pivoten los temas específicos sobre los que se debatirá allí pero, lo que a mi me parece imperdonable, es que la pobreza de las mujeres y el impacto del neoliberalismo en sus/nuestras vidas, no sea el eje central y explícito de esas reflexiones. Encubrir este aspecto -no mencionarlo explícitamente- es tan grave como aceptar la explicación androcéntrica de lo humano, es decir, que al decir ellos, dicen ellas.

En fin... reflexiones a propósito de un aniversario. El debate queda abierto.

Saludos cordiales,

Roxana Volio

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