13 de junio de 2009

Permisos iguales e intransferibles



Ayer 12 de junio, la PPiiNA organizó unas necesarias jornadas de conferencias con una agenda tan apretada como esclarecedora. Apenas llegué a tiempo de escuchar una breve introducción que mostraba el respaldo de personalidades políticas de los ministerios, que venían en representación de otros ilustres convocados que excusaban su ausencia por motivos de agenda. Todas sabemos cuán necesario es este respaldo para cualquier iniciativa de este tipo. Hablaron gentes importantes de los ministerios, que enseguida se excusaron para marcharse corriendo a sus mil quehaceres. Aun así, todos agradecimos que estuvieran allí.

Entramos en materia con dos grandes mujeres que nos deslumbraron con su impecable dialéctica y sus argumentos demoledores: Gertrud Aström (cuyos acentos imposibles no existen en mi ordenador) y Anna Thoursie.
Aström, madre del Mainstreaming, argumentó: "Los hombres de momento que se sepa no pueden tener hijos. La sociedad necesita niños. Las únicas personas capaces de engendrar hijos son las mujeres y no deberían ser castigadas ni perjudicadas de ninguna forma por ello."
Thoursie, por su parte, nos enseñó un término importante que nombraba algo que todos sabíamos que existía pero ignorábamos cómo se llamaba: la discriminación estadística, consecuencia inevitable del uso discriminatorio que se realiza de los permisos paternales, en principio igualitarios, cuando son tranferibles y cómo a una persona se le atribuye el comportamiento mayoritario de las personas del grupo al que pertenece. Ya os contaré más.

Luego hablaron los chicos: representantes de diferentes grupos de hombres por la igualdad. Expusieron su trabajo, contaron anécdotas y nos sorprendieron con su comprensión de dónde están justamente nuestras preocupaciones respecto a ellos: intentaban que sus trabajos fueran subvencionados con partidas fuera de los presupuestos dedicados a la mujer y se reconocían abrumados por la excesiva atención y reconocimiento que a veces recibían, por decir, decían, lo mismo que lleváis diciendo vosotras más de 100 años. Ay, el maldito quid de la cuestión.

Luego, nos invitaron a un pica pica, gazpachito fresquito y fiambre que nos recompuso un poco. Menos mal que no probé la cerveza.

Tras la comida hablaron dos de nuestros pesos pesados: Begoña San José y María Pazos. Begoña expuso de forma realista el panorama en que se encuentra la sociedad española en estos momentos para acoger una propuesta de la naturaleza que se estaba proponiendo allí y lo mucho que tenemos que celebrar: lograr transmitir de forma sencilla el valor del trabajo reproductivo y la incorporación de los hombres a una reinvidicación feminista. No es todo color de rosa todavía, no obstante, aún queda un alto porcentaje de hombres que aún no disfrutan de su baja paternal y en el contexto feminista español las espadas están todavía en alto en el espinoso tema de los cuidados y la corresponsabilidad, porque conceden derechos a los hombres cuando todavía quedan muchas mujeres sin muchos derechos básicos. Entre las asignaturas pendientes nos recordó el estancado Plan Educa 3, la reformulación que necesitamos realizar en nuestro discurso sobre el cuidado de los niños que tendemos a simplificar en el marco del trabajo doméstico, la compleja y diversa problemática específica de las nujeres migrantes, la urgente respuesta que necesitamos enfrentar a las últimas "joyitas" procedentes de la UE... (jo, me va salir un chorizón de post), ya os contaré más.

Por su parte María Pazos nos hizo reír y reflexionar... y reír de nuevo con su idea del patriarcado "blando", que a mí (convertida a estas alturas en deficiente traductora simultánea de Gertrud) me costó Dios y ayuda traducir con las connotaciones que todo demócrata español pilla al vuelo. Expuso con ironía y desenfado la preocupación mostrada por todo el mundo ante las propuestas anticrisis de empresas como el BBVA para sus empleados, medidas que se parecen tantísimo a las que nos han venido ofreciendo a las mujeres para que conciliemos sin que curiosamente se dispararan las alarmas. Curiosamente, repito, ahora les preocupa la experiencia y derechos laborales que los trabajadores puedan perder tras un parón de cinco años por muy voluntario que sea, del activo de talentos que la empresa se arriesga a perder con este tipo de medidas... ¿Nos suena de algo? Je, je...

Aquí tenéis la web de la plataforma: tiene documentos que podéis descargar y enlaces interesantes.

http://www.igualeseintransferibles.org/

Seguimos hablando del tema.

Besos,
Paz Blanco

1 comentario:

Paz Casillas dijo...

Permisos iguales e intransferibles contra la discriminación estadñistica que sufrimos las mujeres. Gracias Paz, por mantenernos informadas. Besos